miércoles, 3 de junio de 2020

Pedir perdon






Me gustaría que supiese que mereció la pena. Que en mi desdicha me hizo conocer sentimientos diferentes, me hizo sentirme querido. Y que nunca aprendí a tener un final. Un final bonito. Para nada se parecería a los finales que he tenido. No he sabido ser un caballero a la antigua, como me gustaría ser. Ahora se, que vivir no es pasar las hojas de un calendario. En cada hoja de ese calendario, hubo días increíbles, irrepetibles. Momentos felices que deberíamos marcar en el calendario, de color verde, el color de la esperanza. Para nunca se nos olvide. Que tengo que vivir con esos recuerdos y no con los malos. Que la vida es como una serie de televisión, con sus capítulos y sus finales de temporada. Que cada temporada es un cambio en la vida. Hay temporadas mejores y peores. Con capítulos buenos y malos. Donde el protagonista, sufre y también es feliz. Y cada final de temporada, es un vacío, una soledad. Y esperamos ansiosos la nueva temporada, a ver que nos depara y si es mejor que la anterior. Nunca aprendí hacer el ultimo capitulo feliz, de alegría. Nunca supe terminar las temporadas, pues no quería empezar una nueva. Y terminaba sacando a los actores, por la puerta de atrás. Sin darles un buen final. Pido perdón, por tantas cosas, por tantos malos ratos. Pido perdón, por no entender la vida en muchas ocasiones. Por hacer daño, para sentirme mejor. Por hacer sufrir sin comprender, que era el malo era yo. Disculparse no es dejar de tener razón. Es saber anteponer tus sentimientos a tu ego. Perdonar no es olvidar, es intentar aliviar tu sufrimiento. Que el perdón se pide desde la humildad y no desde la soberbia. Que el arrepentimiento viene desde la sinceridad. He cometido muchos errores. He lastimado a muchas personas, personas que quiero. Pero cuando digo lo siento, lo digo desde el corazón. Y como dije en mi anterior publicación, lo malo no es estar solo. Es darte cuenta. Y el único culpable he sido yo. Por ver y buscar los pequeños fallos, sin ver las grandes virtudes. Que el pasado es pasado y se debe quedar ahí. Es buscar las mentiras, sin saber ver, que no tenía por qué saber la verdad. Querer obligar a las personas a que me cuenten sus miserias, cuando estas son suyas. Querer ser más listo, sin ver que estaba equivocado. Por querer ser un sabio, sin darme cuenta que era un necio. Cuando hacemos algo estúpido, damos la excusa, de que era nuestro derecho. Que quería ser inteligente, pero no paso de pendejo. Lo siento. No tengo otra palabra. Que todos somos diferentes, pero en el fondo todos somos iguales. Que el rencor, sale desde la impotencia, de no saber hacer las cosas. El ego nos hace ser prepotentes. Pero la humildad nos hace ser auténticos. Qué pena que el ego, supere a la humildad. Que la humildad es la verdad y el ego la mentira. Y yo, tengo mucho ego. Que a veces somos desgraciados, porque no sabemos ser felices.
Perdón a los que dañe. Soy noble, pero mi ego a veces, es más fuerte que mi humildad. LO SIENTO

Llevo un dolor dentro de mi
que baja por mis venas,
pasando por mis arterias
en torrentes caudalosos
cuando mi alma te recuerda.

Cálida lagrimas salen de mis ojos
Que alivian mis penas,
entre pestañas que se humedecen
que van minando mi ego
mientras me ciega una gota.

Me hace ver la realidad
Que todo es distinto
Que nada es verdad
Que todo es relativo



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