Buscando vivir

 

Llega la noche, la hora de dormir. Es la peor parte, la lucha para mi. La hora de no poder, estar junto a ti. No soy nadie en especial, solo soy yo, y nadie más. No he tenido una vida sencilla, por suerte para mi. No hubiera vivido tantas experiencias, tanto buenas como malas. No hubiera conocido tanta gente buena y otras no tanto. Tantas ciudades, tantas culturas. De todo aprendí y de casi todo sufrí. Pero hasta las peores personas, las que más me hicieron sufrir, también me hicieron feliz. Momento malos y buenos. Pecador de pacotilla, santo de mentirijilla. Sabio en sentimientos, sufridor de desagravios. No soy nadie extraordinario, solo un mortal común y corriente. Hice daño, más tengo un gran corazón, que me delata. Vengador de infelices, psicólogo de ovejas. Si triunfe en algunas cosas, más he fracasado. No tendré jamás un monumento, pero me conformo, con mis mejores momentos. Pero me siento como alguien, que no pasa desapercibido por la vida. Caigo o muy bien, o me detestan. El término medio, no va conmigo. Forjador de sueños imposibles, sobreviviente del desamparo. He amado con toda el alma y el corazón. Y he terminado sin calma y sin razón. ¿En qué olvido quedaremos los equivocados? Los que no fuimos, unos lumbreras, los que sobrevivimos día a día. Los que conocimos la felicidad y la desgracia. Los que nos entretenemos en juzgar a las sombras del presente. Los que nos entretenemos en ver si el vaso esta medio lleno, o medio vacío. Mientras el agua se evapora. Y cuando el amor llega de nuevo, nos toca sufrir la impaciencia. Con la esperanza del nuevo día, que arroja sus mejores rayos de sol. En las sombras del futuro. Deberían inventar unas pastillas para la paciencia. Una vacuna para el tiempo, que se pare cuando eres feliz. Lo más importante de la vida, es con la intención que la viviste. Y si llegaste a ser feliz. Lo más importante de vivir es, haber vivido y que valiera la pena. Espero que lo que me queda por vivir, lo pueda vivir como quiero y con quien quiero.