domingo, 23 de enero de 2022

la experencia

 




Esta vida justa y traicionera. Donde los fallos superan a los aciertos. Pero no importan, pues va con la vida misma. Donde las desilusiones pasan desapercibidas, y se valora lo superficial. Qué difícil es decir lo siento. Qué difícil es decir lo que sentimos y preferimos perderlo todo. Por no decir la verdad, lo que sentimos. Como el ego, que puede a la felicidad. Buscamos una vida, sin buscarla. Encontramos un destino, que viene solo. Y nos ilusionamos con simples pensamientos. Que es como una droga, que te hace ver los que quieres. Sin ver la realidad de las cosas. No buscamos la verdad de uno mismo. Buscamos lo que el destino, nos da. La derrota la justificamos, la mentira la defendemos. El fracaso lo sentimos como algo natural, sin ver que somos los culpables. Esperamos que la suerte llegue, por si sola. Y le echamos la culpa al karma. Cuando dejamos ir lo que queremos, pero nos justificamos a nosotros mismos. No queremos amores civilizados, queremos amores de películas o de canciones baratas. Sin valorar lo que tenemos alrededor. Queremos que nos adulen, que nos digan lo que queremos. Sin pensar que la otra persona, tiene un pensamiento diferente. Un criterio diferente, unas prioridades propias. Y eso es insultante, para los pensamientos egoístas de cada uno. Buscamos la adulación de lo superficial, y no valoramos la acaricia del alma. El engaño es la verdad, mientras que no se sepa. Y si se sabe, el engaño es la excusa, para no hacer daño. 

Qué bonito seria comprender lo que no entendemos. Qué bonito seria no tener memoria. Qué bonito sería dar marcha atrás en el tiempo, para corregir los errores. Qué bonito seria poder cambiar uno mismo, sin tener que sacrificar nuestro ego. 

Qué fácil sería que el ser cobarde, fuera lo correcto. Y ser valiente fuera una utopía. Que los valores y principios, se pudieran comprar y vender en la tienda de la esquina. Poder regalar una flor pintada en un papel, sin tener que cortarla. Que pudiéramos dar amor, sin tener que decirlo. Que pudiéramos sentir, sin tener que esconder los sentimientos. Que pudiéramos ser felices, sin tener que presumirlo en las redes sociales. Poder aprender, sin que nos examinen. Y que los besos que damos, sean sinceros y no por compromiso. Que la hermosura fuera ciega, y la belleza una foto velada. Que los sueños fueran la realidad, y la vida una película en blanco y negro. Que desafinar fuera arte, y la perfección un desatino. Que ponerse los zapatos de otro, nos hiciera ir mas cómodos. Y que los nuestros, lo llevaran otros. Que lo justo fuera nuestro interés. Y lo injusto el pensamiento del otro. Que el decir lo pensamos fuera lo fácil, y nuestros secretos se publicaran en el periódico. 

¿Que sería un mundo así? ¿Justo o absurdo? 

Que daría por saber lo que esta bien, lo que esta mal. Que daría por tener las caricias, los momentos buenos. Que me llevaran por el camino, del saber, de la conciencia, de la verdad absoluta. Pero soy un simple mortal, con aires de grandeza e inteligencia de pendejo. Con el sueño de gran divino empático. Siendo un soñador de absurdos destinos, sabiendo que el destino tiene distintos caminos. A veces soy soñador, sin aprender que lo único real es el presente. Amando la vida, amando el amor. Siendo un soñador que sabiendo, lo que es la vida. Sigue siendo un soñador, que sabiendo lo que es el bien, lo que es el mal. Solo sufre la compresión de la impresión, de lo no existe. A veces si, otras veces no, lo absurdo del corazón. Solo el comprender la realidad de la vida, la sinrazón del orgullo, que solo nos hace ser víctimas, del amor, de la locura que buscamos, que no llega.   

La noche se apaga, y mañana la realidad que nos invade, nos dará la razón de la vida. Que los sueños, solo son sueños son y la vida, nos vuelve a la realidad. Que acaba con la nostalgia y nos regresan a esta vida que es el presente. Ese presente que odiamos y que nos hace vivir el día a día. Y que la experiencia es solo la excusa de cumplir años, sin haber aprendido nada. 

Lo mejor de mi vida, lo disfrute yo. Lo peor de mi vida lo cause yo. El futuro es lo que el destino, me depare. Y el karma es para quien no encuentra explicación, a la vida misma. Que todo es una diversión, de la mente que no sabe que el destino, es un juguete de la vida. Y que el pasar de los años, es solo la excusa para hablar de la experiencia. Que no aprendemos.  


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