Hay diferencias
entre la felicidad y la creencia de que se es feliz. La felicidad es un estado
de nuestra mente. Que no es continua y a veces ni existe. Pero siempre
intentamos buscarla. Sin pensar que esto conlleva en algunas ocasiones a la
desgracia de otra persona (que la mayoría de las veces, es alguien que te
quiere). Con lo cual, se convierte en un acto egoísta. La mente es arma de
doble filo en algunas personas, hay quien piensa que es inteligente y lo
utiliza de forma estúpida e irresponsable. Es como si a un niño le das un arma
cargada. No se sabe el daño que puede hacer y encima no se da cuenta del
peligro que corre, tanto él, como los demás. Hay armas psicológicas que
utilizan con personas, que no tienen una personalidad definida. Con personas de
poca autoestima o como digo yo, débil de mente. Gente que se la convence de
cualquier cosa, si le hablas bonito, si le hablas con un respeto falso. Este tipo
de personas es más fácil convencerlas con mentiras, que convencerlas que han
sido engañados. Viven en mundo aparte y busca rodearse de otra persona como
ellos, así se suben la autoestima entre ellos y se convencen de que los demás, están
equivocados.
Hay otra cosa particular, piensan que te pueden decir cómo
ser feliz. Y la mayoría de las veces, su excusa para hacer daño alguien, es que
es mejor para él. Tienen el poder de saber que es la felicidad. Y para ello,
dan hasta cursos a un puñado de desgraciados, a los cuales le sacan el dinero y
encima salen igual o peor. Yo pienso que la felicidad es en cada persona
diferente. Incluso que algunos en la desgracia, puede alcanzar la felicidad. Intentar
enseñar a la gente, como llegar a la felicidad, es una quimera. Puedes dar una orientación,
de que la felicidad está en tu mente. Es como el que sabe ganar en los casinos.
Se rodea de gente que quiere aprender, algo que es imposible. De gente que está
cansada de perder y busca la solución de su problema, en engaños y estafas. Pero
mientras aprenden esa falsa solución, tienen la sensación de aprender y creen
que es la verdad que necesitan. Al final la solución está en ti, deja de apostar
y ya está. Lo mismo les pasa a quienes buscan esa felicidad. Le solución está
en ti, deja de ser desgraciado o busca acostumbrarte a tu estado. Hay mil
soluciones en la calle, pero la auténtica esta en ti y en la gente que te
rodea. Cuando cada uno va a por su felicidad individualmente, es como el que
juega al futbol y no pasa el balón, uno se lo pasa bien y los demás se joden. Y
terminan viendo como se lo pasa bien, el que quiere jugar para el solo. Pero bueno,
así es la vida. A lo mejor algún día quieren jugar y hacer que todos participen,
es más fácil. Los sentimientos no son exclusivo de unos pocos.
El decir que eres feliz mil veces, no significa que lo seas,
es más, casi seguro que es lo contrario. Y cuando no se sabe entender un
sentimiento, no se entenderá una larga explicación. La vida es como es, a veces
es mala, injusta, triste. Y a veces tiene sus ratitos buenos y hasta podemos
decir que son ratos “FELICES”. La felicidad es un cumulo de ratos buenos. La
necesidad de que te expliquen cómo es la vida, es un signo de que pasas de
puntillas sin querer mirar, como es en realidad. La gente fuerte tiene voluntad,
los débiles solo deseos. A veces los silencios, te enseñan más que las palabras
bonitas. Los sentimientos, emociones nacen de dentro y no tienen que
explicarse. Porque deja de ser un sentimiento, para ser una razón.
Serrat dice; Uno de
mi calle me ha dicho, que tiene un amigo, que dice conocer a un tipo, que un día
fue feliz.
La felicidad humana generalmente no
se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con
pequeñas cosas que ocurren todos los días.
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