La falta de
actividad hace que una persona, este pensando todo el día. Cosa que puede ser
buena o mala, dependiendo del estado de ánimo. Llego a pensar tantas cosas que
la lógica se convierte en locura y viceversa. Las discusiones se convierten en
disputas por tonterías. Pero la razón siempre está en mi mente. El discernir
por la lógica y no por la motivación personal de ese momento. Pero cuando lo
haces con alguien, que es todo lo contrario, la cosa revienta. Y aunque vea esa
razón nunca te la dará. Y te convierte en otro que discute por discutir. Son mentes
incompatibles, cuando uno piensa desde la lógica y la razón y la otra desde sus
creencias y la fe. Pero todo se enfoca en el pensamiento único del rencor. En el
rencor, que no deja ver las cosas. Y cuando ves que la lógica te supera, tiras
del rencor, que no necesita nada, pues es un sentimiento y como tal, está exento
de todo. Un ejemplo; tu puedes acusar a un ser querido de robarte, y no
perdonarlo. Pero tu mejor amigo es un ladrón. Pero se lo perdonas porque, no te
roba a ti. Aquí es donde entra el sentimiento y está, exento de lógica. Esto quiere
decir, que puede hacer todo el mundo lo que quiera, siempre y cuando, no te lo
haga a ti. Sirve también para justificar las estupideces que hacemos, alegrando
a nuestro orgullo.
Esto me recuerda
a chiste del comunista y las vacas. Era comunista mientras repartiera las vacas
de los demás. Pero cuando las vacas son tuyas, es donde nos damos cuenta, que
no somos comunistas. Que es muy bonito, compartir ideas, sentimientos, consejos
para los demás. Y damos la imagen de solidarios, que viste bien.
Una de las
grandes injusticias de la vida, es el tiempo. Pasa y no podemos pararlo ni
echarlo para atrás. También nos damos cuenta de lo que perdemos, cuando ya no
lo tenemos. Hoy vi una foto que decía, es peor el orgullo que la ignorancia. Vemos
alejarse a personas que queremos por orgullo. Nos hace que nos quedemos
quietos, por eso tan absurdo llamado orgullo. Después nos sentimos mal, pero
tenemos que disimular, por el mismo orgullo. El orgullo es el hermano digno,
del egoísmo.
El ser humano, es
racional, inteligente, pero también es absurdo. Con nuestras leyes morales. Que
solo cumplimos cuando nos conviene. Miramos como se cometen atrocidades, pero
no hacemos nada por impedirlo. Disfrutamos del pecado, mientras impartimos
sermones. Deseamos lo mejor a los demás, pero realmente nos da igual. Nos apiadamos
los animales y nos alejamos de los necesitados. Incluso le pedimos a Dios,
cuando ni siquiera creemos en él. Y la última moda, es repartir bendiciones por
el Facebook, pero por la imagen que damos de bueno y de creyente. ES QUE DIOS
LEE EL FACEBOOK???? Por cierto, yo, el
primero que incumplo todo.
Lo peor de todo,
es que ya nos acostumbramos a vivir así. En un mundo hipócrita, donde tenemos
que aparentar y no ser. Donde reímos sin ganas, pero queda bien, como el
estribillo cansino de una canción. Donde todo es personal y somos los únicos habitantes
importantes del planeta. Y el resto del mundo, es una mera comparsa que está a
nuestra disposición. La gente pasa por ciclos. Hoy son imprescindible y mañana
un recuerdo. Hoy son muy buenos y mañana no tanto. Hay que agradecer las cosas
que se hacen por uno, pero hay que recordarlo siempre. Porque con el tiempo, lo
olvidamos. Eso sí, los favores que hacemos nosotros, los recordamos toda la
vida.
Ósea, somos seres
egoístas, orgullosos, pero nos damos golpes en el pecho, para decir que somos
lo contrario. Llegamos a no saber distinguir, entre el verdadero yo, y el
falso. Escondemos, el orgullo con una falsa humildad.
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