Cuando las casualidades convergen
en un lugar neutro. No sabes si realmente es casualidad, o destino. Cuando las
mentes se conectan y entrelazan los sentimientos.
Cuando los corazones laten con la
misma intensidad. Se produce un ritmo especial, nuevo. La fusión del flamenco y
la salsa caribeña.
La cultura Andaluza y el
sentimiento venezolano. Se crea un sentimiento de amor puro y sano. Sin decir la
palabra amor, te hace sentirlo. Gracias por
ser así.
El juego del destino, a veces es perverso
Te da en ocasiones el infierno
Y otras veces simplemente un beso
Te convierte la vida, en un huracán
O de un huracán, te salva la vida.
Te manda una señal. En forma de ángel
Que se ilumina como una estrella
Que debes seguir, su estela.
Una estela gigante tras un cuerpo pequeño
Una sombra pequeña, con un alma muy grande.
Un corazón, lleno de amor y libertad
prisionero de besos y cariños
Por la soledad de un carcelero sentimiento
la escasez de caricias y la sombra de lamentos
Cobíjate en mi pecho
y te daré el amor de mi corazón
Para que olvide el ego de la razón
Ven dame la mano y enséñame a ser mejor
Para poder quererte sin temor
Y regalarte mi cariño, con todo mi amor
Dame la mano y juntemos nuestras almas
que las oscuras sombras queden en el olvido
que la primavera destierre el invierno
y su luz nos llene de gozo
para poder ser los dueños del mundo
que la felicidad sea algo inevitable
y la tristeza un mal recuerdo.
Que podamos fundirnos en uno
Una fusión indestructible
De un sentimiento invencible.
De una historia preciosa e increíble
Déjame ser el dueño
De tu ritmo caliente
Con sabor caribeño.
Y te dejare ser la dueña
De mi corazón sincero
Y mi alma malagueña.
Para no hacerte el cuento muy largo
Te dejo mi poema,
ahí te lo encargo
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