¡Qué pena el amor!,
que te da la alegría de golpe
Y después te la quita, desapareciendo como si no hubiera existido.
y te hace sentirte dichoso y a la vez te hace sentir culpable. Y algunas veces
no te das cuenta del daño que haces, cuando cambias de planes, planes que son
una utopía. El amor juega contigo y te hace ser quien no eres. Qué bonito es el
amor, cuando creemos tenerlo. Y te despistas, pensando que todo es bonito, pero
no te das cuenta, de tu lado oscuro.
Ese lado cobarde
que tenemos, por el daño sufrido. Por el daño infringido. Por ver tus ilusiones
rotas. Ese daño, que te hace desconfiar del amor. Desconfiar de ti mismo. Que cuento,
mas buenos son los ratos, mas destroza el corazón. Que tus sonrisas, son penas
del corazón. Que tus alegrías juegan en contra tuya. Que cuando la mente baila,
el corazón llora. Y tus emociones, te hacen enemigo, de ti mismo. Y tus
ilusiones, son tus traiciones. Y te dejas llevar por un instinto equivocado.
Que te hace ser cobarde, de tu propia felicidad. El dolor es constante y te
hace merecedor de tu propia agonía. Y prefieres tu propia desdicha, para no hacer
desgraciados a los demás.
La mente no te
protege del corazón. Y somos quien no soñamos ser. Somos víctimas y culpables
del amor. Víctimas y culpables de sueños rotos, de ilusiones destrozadas. Te
hace buscar, la mezcla de muchos, sin sabores. Pues el alma sufre, buscando lo
que no existe. El olvido, es el perdón y el recuerdo es el reproche. Cuando uno
baila, la mente descansa, solo siente.
Cuando uno
acaricia la seda, cuando te llega el aroma del azahar. Te embelesa el alma. De
forma que la mente se bloquea buscando la felicidad. Cuando crees encontrar tu
diosa, te ciega el alma.
Pero cuando la
abres, te entra el dolor que te hace sentir el peor de los sentimientos. La
espera, la paciencia, te come por dentro. Y te hace sentir el sentimiento que
no quieres sentir. Cuando quieres olvidar, te olvidas de lo que olvidaste. Y
cuando quieres querer, no quieres querer lo querido.
Si a veces me
acuerdo de ti, quiero olvidar lo querido. Pero te quedan los momentos felices,
del amor dado y no correspondido. Prefiero callar, que confesar mis
sentimientos. Por el miedo al dolor, de un amor imposible.
Y cuando estamos
tristes, es cuando escuchamos las canciones, sin escuchar la música. Pues lo que necesitamos,
solo son las palabras. Para quebrar nuestras emociones, que nos guardamos. En
el silencio de la música. La almohada es suave, las sabanas son nuestra protección.
Y la oscuridad nos hace escondernos, de nosotros mismos. Y solo quedan los
sentimientos, que nos devora el sueño. Qué bonita es la vida, cuando la vemos
de lejos. Qué bonita es la vida, cuando la vemos en nuestros sueños. Hasta que despertamos
y nos devuelve a la realidad.
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