martes, 5 de enero de 2021

Cuando lloro en silendio

 


    

 Fue sin querer

Cuando te encontré

No te buscaba

Ni me buscabas tu

Te encontré donde no sabia que estabas

Y yo estaba allí

Pase, sin querer pasar

                                          me miraste y yo te vi

Entre la multitud vacía de gente

Donde solo existías tú, no había nadie mas

Estaba esperando, sin esperar

Y te vi

Solo estabas tú, entre la gente

Solo tu mirada, tu sonrisa

Tu pelo, que volaba con la brisa

Sin esperarte, sin conocerte

No me buscaste, no te busque

Pero te encontré

Qué triste es el azar

Para quien vive de la suerte

Tanto tiempo buscando

Y te encontré

Sola entre la gente

Que no existía, que no estaba

Qué triste es el amor

Qué amargo es el olvido

Que dulce es la sinceridad

Que triste las consecuencias.

Estos son mis últimos pensamientos

De un sincero sentimiento

Que por mas que quiero, no comprendo

Si yo fuera rey de tus pensamientos

Y no la burla de una pena

Que me destruye, que me va comiendo

Me daría el don, del conocimiento.

Con una pena que recorre mis venas

Sin un porque, sin una razón

Que merezca la pena.

Qué triste es ser como soy

Sin ser quien quiero ser

Y sin ser, quien los demás quieran que sea

Con mis penas, que son mías

Con mis alegrías, que son de los demás.

Con mis desgracias

Que son la felicidad falsa

 de quien mal, me conoce .

Amargo como el café

Dulce como la miel

Un ser incomprendido

Siendo como soy

Sin haberlo pedido.

Tus penas son las mías

Tus alegrías son tuyas

Pero mi conciencia es mía

Y tu verdad, no es la mía.

Tanto tiempo buscándote

Y no te encontré



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