martes, 28 de junio de 2022

Todos felices

 


Tras pensar y meditar en las largas horas de noche, te das cuenta de cómo los valores del ser humano, se van deshumanizando. Ya no aspiramos a ser mejores personas. Ya no esperamos la lealtad. El mundo se está convirtiendo en el escenario de un gran teatro. Donde el dolor, el hambre, la miseria etc. Queda muy atrás en la cadena de prioridades, que tenemos que solucionar. Hoy se valora más el aparentar. El decir soy fulano de tal. Conozco a este u otra persona. Valen más los títulos, que los valores propios. Las conversaciones algunas veces son tan estúpidas, que pugnan por ver a quien conocen que tenga más poder o más dinero. Camuflan las imitaciones con bisuterías. A ver quién tiene mejor coche, mejor casa o el más reciente de los iphon. Que estupidez tan grande. El confundir el soy, por el yo.

La maldad se disfraza de bondad. La religión es la tapadera de los pecadores. Y otros tienen muchos valores. Tantos como les convenga. Y todos disfrazados de buenas y caritativas personas. Donde su preocupación, es poder presumir de buenos. Cuando presumes de bueno y humilde, dejas de serlo. Lo eres cuando los demás te presumen. Los feos se creen guapos, y los guapos ni se la creen. En la mente los caminos de los valores, están lleno de basura. Y confunde el ego, con la mentira. La mentira con la sinceridad y eso les hace fuerte. Pues jamás admitirán que no son buenos, ni mentirosos, y carecen de valores. Esa doble o triple moral que esconden detrás de la religión. Y se dan golpes en el pecho, por que dieron un pan, a un hambriento. Mientras mira el catálogo de coches nuevos. Ese es el ejemplo para nuestros hijos. La falsedad, la mentira y la hipocresía.

A mí no me gusta que den las gracias, me gusta que sean agradecidos. No me gusta que me pidan perdón, me gusta el arrepentimiento. Y me gusta que amen, no que solo me digan. Esa palabra esta devaluada. Pues se utiliza como moneda de cambio, para ocultar mentiras.

Es el arte del teatro, el arte dramático. Que se convierte en comedia, cuando ves a los protagonistas. Qué triste comedia, mientras ríen, sus almas lloran. El sexo es amor, y la sinceridad una carencia de moral.

Pero asi es el mundo. Y me dicen que hay que sonreír. Pues tenemos que parecer felices. Aunque no lo seamos.

Los caminos del cielo, están llenos de demonios disfrazados de ángeles. Pero yo prefiero el infierno, tengo más amigos allí. Y son más divertidos, hablan de todo. Y no tienen que aparentar que están en el cielo.

Como dijo San Agustín de Hipona; La soberbia no es grandeza sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande pero no está sano.

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