jueves, 22 de septiembre de 2022

balance






 Llegó la hora tan temida de hacer un balance de mi vida y terminar esta etapa y en vez de echar sal y vinagre en las heridas haré otra vez de tripas corazón.

No me veréis en una residencia con los viejos, nadie me tiene que explicar que dos y dos no suman cuatro, que la poesía es el desván de un metaverso donde las musas se desnudan como albatros. Y las personas de disfrazan de decentes.

 No tengo nada que olvidar de mi pasado, por eso espero que el olvido no se olvide de quien fui, he dado más de lo que algunos me han robado, sin olvidar a las que salieron perdiendo, aprovechándose de mí.

 El pan de ayer no es un buen postre para hoy mañana viernes es momento de inventarse y apostar, ya que el papel de malo en esta peli tal cual soy: un hombre que no se cansa de arriesgar en la vida.

 Aunque entre el sueño y el papel algo se pierde y con los años duele más cuando me escucho, fingiendo ser un estupendo viejo verde… y lo de viejo, sintiéndolo mucho.

 Siempre he querido envejecer sin dignidad, aunque al fusil, aún le quedan muchos cartuchos, si el corazón no rima con la realidad, quemo mis naves, sintiéndolo mucho.

 

El mundo no es arco iris y amaneceres.

En realidad, es un lugar malo y horrible, que nosotros hacemos.

Y no le importa lo duro que seas, te golpeará y te pondrá de rodillas, y ahí te dejará si se lo permites.

NI TÚ NI NADIE, GOLPEARÁ TAN FUERTE COMO LA VIDA.

Pero no importa lo fuerte que puedas golpear, importa lo fuerte que pueda golpearte y que aun así sigas avanzando, lo mucho que puedas resistir, y seguir adelante.

ESO ES LO QUE HACEN LOS GANADORES.

Ya sabes lo que vales, ve y consigue lo que quieres.

Pero debes ser capaz de recibir los golpes y no apuntar con el dedo y decir que eres lo que eres por culpa de ese o el otro. Se dignó, y eso te hará mejor persona. Sino, serás un cobarde como tantos

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