miércoles, 3 de agosto de 2016

CHISMOSOS

Algunas veces, las personas que están a nuestro alrededor no son quien imaginamos. En ocasiones, la envidia, el coraje los rodea y quieren perjudicarnos. Se esconden bajo la apariencia de amigos y nada más lejos de la realidad. Nos dan consejos por nuestro bien, que nos hacen pensar en lo contrario, de lo realmente era su cometido. Por ejemplo, menos mal que tu hijo, ya no se junta con la vecina, se quedó embarazada. Eso es para que sepas, que tu hijo andaba con la vecina, por si no lo sabias y que el niño puede ser de él. Otro puede ser, que bueno es tu marido, como ayudo a esa mujer a salir del bache, si, la guapa que le hacía ojitos. Este tipo de comentarios, se dan mucho entre los falsos amigos. Y hacen un daño tremendo, que al fin y al cabo, era su propósito. Porque el endioso, no quiere tener más que tú, quiere que tú no tengas nada. Y lo peor no es que cuente lo que sabe, es cuando cuenta lo que no sabe. Sutilmente te va quemando hasta que hace efecto su veneno.
Por suerte o por desgracia, somos así de tontos que nos dejamos aconsejar y sin decirnos nada nos jode. Pero es más difícil, hacer creer la verdad a que nos está mintiendo. Por nuestra mente maligna, porque es más fácil pensar mal, que bien. Nos gusta los chismes, escucharlos sobre todo y para algunos contarlos aún más. Cuando criticamos a los demás, lo único que hacemos es exponer nuestras debilidades. Existe la rumorología, que es el arte de hacer esto mismo. Esto es incluso peor que la mentira, pues no se sabe exactamente de donde sale. Queremos aparentar una cosa, que nos somos. Queremos parecer agradables con gente que no conocemos. Queremos aparentar ser inteligente, cultos, sin ver que la otra persona ya nos caló, desde hace rato. Y lo único que conseguimos es hacer el ridículo. O realmente la engañamos duramente mucho tiempo. Eso es peor, pues genera desilusión. El ser humano se esconde detrás de las apariencias. El querer quedar bien, es un lastre que nos va cargando continuamente y llega un momento que no sabemos qué hacer. Y entonces viene la cuesta abajo. Cada vez nos cae peor. Le sacamos más falta y tenemos la necesidad de buscar algo, que ayude a desvalorizar más, a esa persona. Porque somos así por naturaleza. Podemos tener la nariz más fea del mundo, que criticaremos hasta la más bonita, más si es de tu amiga. Esto es como un hábito que nadie reconoce y que cada vez aumenta más. No te preocupes si alguien no tiene ninguna tara, que ya se la pondremos nosotros. Somos así, aunque pretendamos dar la imagen, que nosotros no. Queremos causar admiración con mentiras. Y para que una mentira se haga verdad, solo tienes que contársela a mucha gente. Podéis hacer una prueba. Escribid algo en internet y poned que está demostrado en más de mil personas. Ya puedes poner lo que sea, que se convierte en verdad. Por ejemplo, en siglo dos antes de cristo, un filósofo Griego llamado, Escorgos, ya escribió sobre la existencia de que somos dos entes en una misma persona. Y que podemos hacer que se dividan, para ser más felices. Esta parida, seguramente abra gente le guste. A partir de ahí, pueden escribir libros, desarrollar cursos o incluso crear una forma nueva hacer ver a la gente que es verdad. Se me olvidaba!!!! Tenemos que poner un nombre bonito a esto, por ejemplo la bicolefacia en tu ser infinito. Por Elizabeth L. Dowlin.  Ya está, clavado.
Por desgracia la envidia, la mentira nos rodea y somos parte de ella, pues sin nosotros no existiría. Cuando te digan, tengo algo que contarte, pero no sé, porque a mí no me gusta chismorrear. En vez decir si dime, deberíamos decir POR QUE ME LO CUENTAS A MI!!! Pero nos puede el vicio y ponemos la oreja.

Presumimos de moralidad, escondiéndola en una falsa moral. Hay gente que echa a la persona que está a su lado y después va llorando porque está sola. La hipocresía es un veneno, que todos rechazamos, porque ninguno somos así, solo son así los demás. Deberíamos aprender vivir la verdad, en lugar de intentar enseñarla. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario