Hoy
vi una jaula,
había un pájaro dentro.
Un
pájaro chiquitito,
Estaba
llorando dentro,
lloraba de pena.
Estaba
ronco, le dolía la garganta.
Y
lloraba.
no
por estar encerrado,
sino
por no poder cantar.
El
no conoce la libertad,
pues
nació encerrado,
encerrado
de verdad.
Ese
es su mundo
y
el trinar es su libertad.
Con
los años se le apago el cantar.
No
echaba de menos la libertad,
echaba
de menos cantar.
Su
mundo era el sonido,
era
la luz, era el trinar.
Él
podía estar encerrado,
pero
tenía que gritar,
tenía
que trinar.
El
estar encerrado era su seguridad,
pues
así había nacido
y
no sabia lo que es la libertad.
Hoy
vi a un pajarito triste,
encerrado,
encerrado
en el silencio.
Por
no poder cantar.
Ven
y cántame bajito,
susúrrame
al oído
y
yo te escuchare cantar.
Y
al cantarme bajito,
tendrás
tu libertad.
Hoy
vi a un pajarito,
dichoso
de verdad.
No
poder estar libre,
sino
por poder cantar.
Hoy
vi a un pajarito,
dichoso
de felicidad.
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